Existir solo para tener sexo es una estrategia evolucionaría sólida.
Pre-sexo del humilde antechinus.
El humilde antechinus ha estado en las noticias recientemente porque, bueno, tiene tanto sexo que muere. Esto no es un error evolutivo. Es, de hecho, una caracteristica de la especie.
Los machos antechinuses (antechinii? antechinae?) pasan la mitad de sus vidas teniendo sexo 14 horas al día. Y no es sexo amoroso y relajado. Es sexo frenético tipo oh-Dios-mío tengo-que-eyacular-lo-más-pronto-posible. El tipo de sexo que rápidamente agota su limitado suministro de esperma y causa que sus cuerpos se deshagan literalmente. Pierden su pelo. Sangran internamente. Mueren antes de llegar a su primer cumpleaños.
Entonces, en honor a la trágica muerte del antechunus, le damos un pequeño muestreo de las muchas criaturas que existen en esta tierra solo para reproducirse y morir. Hay actualmente un nombre técnico para ellos: animales semelparous. Solo tienen una oportunidad para reproducirse-usualmente significa una temporada de apareamiento, pero ocasionalmente significando un acto sexual- luego ellos mueren.
Si parece una estrategia extraña, considera el hecho de que las criaturas semelaparous a menudo producen más crías. Claro, mueren después, pero porque no están preocupados por la supervivencia después de la época de apareamiento, pueden literalmente poner toda su energía y sus recursos en encontrar una pareja. Es un riesgo que paga (por lo menos en nivel especies). Todavía, hay algunos mamíferos o vertebrados que usan esta táctica, probablemente porqué la oportunidad de reproducirse año con año vale la pena desarrollar la fortaleza biológica de sobrevivir el ritual de apareamiento.
Nota: no son drones. Nadie parece querer fotografiar solo los drones.
Ah, el clásico ejemplo. Abejas drones, diferentes a sus compatriotas hembras, existen principalmente para tener sexo con la abeja reina. Ellos ocasionalmente prestarán un ala para ayudar a enfriar su panal si se sobre calienta, pero principalmente ellos solo se quedarán ahí esperando por la temporada de apareamiento. Un montón de ellos tendrán sexo con la abeja reina en sucesión, y luego todos caerán muertos. Es una magnífica vida, o no?
Los salmones coho dan más miedo de lo que creían, ¿no?
Oficinas de administración de tierras.
Los salmones inmigran famosamente río-arriba para depositar su hueva, saltando sobre pequeñas cascadas y literalmente nadando contra la marea para alcanzar su destino. Una vez que se reproducen, las hembras mueren casi inmediatamente, mientras que los machos viven el tiempo suficiente para defender sus huevos. Entonces ellos también mueren, ya que no se alimentan mientras están en agua fresca. Ellos han estado dependiendo de energía almacenada, quemando su grasa segun sea necesario para alimentar sus movimientos, pero una vez que lo almacenado se agota, están terminados.
Un pequeño pulpo
La hembras Graneledone boreopacifica viven miles de pies bajo el agua y pasan una significativa porción de sus vidas muriendo de hambre mientras se mantienen vigilando sus huevos. Un equipo de investigación monitoreo a una mamá cuidando su puesta por 53 meses. Durante ese tiempo G. boreopacifica no come, o realmente hace nada excepto estar sobre sus crías. Luego ella muere. Su compañero probablemente ya murió, ya que los pulpos macho mueren poco después de reproducirse. Ellos verdaderamente comprueban que hasta las criaturas inteligentes pueden tirarlo todo por una noche salvaje.
Un parásito ala-torcida (Strepsiptera) macho. Para imaginarse una hembra, imagine un bulto negro saliendo de la parte trasera de una avispa.
Cómo implica el nombre, estos pequeños insectos viven vidas retorcidas. Las hembras se incrustan dentro de otros insectos, como abejas o avispas, con solo la “región anterior” (su parte trasera, básicamente) sobresaliendo. Entonces, un parásito macho llega, la insemina, y vuela lejos. El muere pronto después, habiendo vivido solo unas horas después de eclosionar. Entonces la hembra eclosiona su camada y sus bebés se la comen de adentro hacia afuera. Ah, maternidad.
No, no cambia color para camuflarse.
Cada año la entera población mundial de los camaleones Labord simplemente nacen y muy pronto mueren. Viven cuatro o cinco meses en total, de noviembre a febrero o marzo, durante ese tiempo ellos crecen, se aparean, depositan sus huevos, y finalmente (¡finalmente!) mueren. Ellos viven solamente en la isla de Madagascar, y realmente solo en una pequeña porción del bosque. Ellos también pasan la mayoría de sus vidas como huevos. Asi que mientras esta especie logra subsistir, no es como que deja mucha huella en el mundo al final. No cada historia de éxito evolutivo es glamurosa.