Si alguna vez has visto alguno, considérate afortunado. Para que un arcoíris aparezca, las condiciones deben ser perfectas.
Estas ilusiones ópticas requieren una mezcla del clima correcto, la dirección de la vista y suerte.
Si alguna vez has visto alguno, considérate afortunado. Para que un arcoíris aparezca, las condiciones deben ser perfectas.
Los arcoíris han sido el centro de numerosas leyendas y mitos a través de la historia, debido a su único y colorido patrón. Entre las más populares está la leyenda islandesa que dice que los duendes guardan su olla con oro al final de un arcoíris. Pero la verdad es que los arcoíris solo se pueden ver si tú estás en el lugar correcto y el momento adecuado.
Si alguna vez has visto alguno, considérate afortunado. Para que un arcoíris aparezca, las condiciones deben ser perfectas.
Los arcoíris aparecen cuando la luz pasa a través de las gotas de lluvia, explica Kristin Calhoun, una científica de investigación de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés), la agencia científica que se enfoca en parte en las condiciones climáticas.
Cuando alguien ve un arcoíris, en realidad es una ilusión óptica creada por la refracción y la reflexión de la luz. Una ilusión óptica es cuando ves algo que parece ser algo más de lo que en realidad está ahí.
Cuando la luz del sol atraviesa las gotas de lluvia, la luz se parte, o se refracta, al entrar en la gota, y luego se refleja lo que está dentro. Esto ocurre porque el clima es más denso que el aire que está alrededor. Mientras las gotas de lluvia caen, la luz se separa en longitudes de onda. La luz visible está compuesta de varias longitudes de onda, y cada una se transmite como un color diferente: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta. Por ejemplo, la luz roja se rompe en un ángulo diferente que la de la luz violeta.
Es por esto que «la persona que está en el suelo ve cada color en una ubicación diferente», explica Calhoun, y porqué los arcoíris se ven como un arco. Sin embargo, algunas veces los arcoíris pueden literalmente formar un círculo completo, el cual podrías ver desde un avión con las condiciones adecuadas.
El mejor momento para ver un arcoíris es cuando hay sol y lluvia, ya que están formados por la luz que atraviesa las gotas. «Hay incluso un mejor balance cuando el sol está en un ángulo más bajo, ya sea temprano en la mañana o tarde», dice Calhoun.
Si estás tratando de avistar uno, la clave es ver hacia la lluvia y tener el sol a la espalda.
Con las condiciones perfectas, en Hawaii se pueden ver muchos arcoíris. «Las lloviznas y las tormentas seguido se forman en la tarde dada la combinación de efectos de la topografía y el calentamiento de la tierra a lo largo del día», explica Calhoun. «Estos tipos de lloviznas a menudo se convierten en lluvia pesada, pero permanecen aisladas en el centro de la isla».
Ya que los arcoíris son ilusiones ópticas, no están ubicados a una distancia específica. La ubicación es relativa a la persona. Eso significa que no hay oportunidad de que alguna vez encuentres una olla con oro.